Esta
entrada se la voy a dedicar a mis queridos consultantes ya que
algunos me han preguntado y otros, seguro, se preguntan - ¿para qué
tanta hierba, y ésto me cura?-, -¿ y por qué la tengo que tomar en
este momento y no en otro?-, -¿ y la podría tomar siempre, en lugar
de otra bebida?-.
Partiendo
de la premisa “ las plantas medicinales no curan, te curas tú”,
pretendo aclarar que éstas son sólo herramientas, compuestos
sinérgicos que colaboran en el proceso de recuperación o
mantenimiento de la salud, es decir, es la persona la que tiene que
querer cambiar para alcanzar un estado óptimo de salud.
Las
plantas, son seres vivos y no un producto químico, producen energía.
Están compuestas de una serie de principios activos que les confiere
una o varias funciones en nuestro organismo, y por ello, debe
escogerse y utilizarse según las características de la persona y el
problema de salud que tenga en un momento determinado.
Dentro
de esos principios activos está los alcaloides , sustancias
nitrogenadas que actúan sobre el sistema nervioso, como la belladona
o el boldo; los taninos, de sabor amargo y con acción astringente,
antioxidante, antihemorrágicas, antiinflamatorio, cicatrizante y
desinfectante, aunque es importante el control de su consumo pues
puede impedir la absorción de algún nutriente, como el hierro;
flavonoides, pigmentos vegetales de color amarillo, son
antioxidantes, ayudan a regular el colesterol, estimulan la
circulación sanguínea y refuerzan los capilares; aceites volátiles,
los cuales dan un aroma especial, siendo mucho de ellos, beneficiosos
para el sistema respiratorio; carbohidratos, con gran poder
energético ya que liberan glucosa; musílagos, buenos tanto a nivel
intestinal como respiratorio; saponina de acción expectorante y
hormonal.
Según
para qué, necesitaremos una u otra planta, así por ejemplo:
- Para aliviar o calmar dolores, el harpagofito, la ulmaria.
- Para ayudar al organismos a reducir inflamaciones, el harpagofito, la caléndula.
- Para modular los procesos febriles, la tila, la salvia.
- Para calmar la tos, el tusílago, la drosera.
- Para regular la diarrea, la gayuba, la algarroba.
- Para ayudar a regular y detener hemorragias, cola de caballo, ruda.
- Para calmar la sensación de nauseas, jengibre, melisa.
- Para regular la eliminación de gases intestinales, relajando el sistema digestivo, anís, hinojo.
- Para estimular la expulsión de bilis, alcachofera, berenjena.
- Para aumentar la producción de bilis, olivo, genciana.
- Para modular el ciclo menstrual, caléndula, sauztgatillo.
- Para favorecer la expulsión de mucosidad y liberar los bronquios, eucalipto, llantén.
- Para favorecer la eliminación de líquidos, cola de caballo, ortiga.
- Que estimulan la secreción de leche materna, anís, hinojo.
- Que favorecen y provocan el sueño, amapola, lúpulo.
- Que regulan el sistema nervioso, tila, valeriana.
Con
lo que la reflexión que tenemos que hacernos es que, si las plantas
tienen un objetivo, cual es, ayudarnos en la consecución de un
estado óptimo de salud, a un caso concreto, según que planta. ¿
Deberíamos tomarlas todos los días, aún no teniendo el problema
concreto para lo que están destinadas?.
Con
respecto a si es importante o no el momento de la toma, decir que, en
un biodrenaje es bastante importante tomarlas tiempo antes de la
comida, pues la mezcla de plantas que se utilizan para este fin
responden a una función depurativa y su acción es mucho más
efectiva sin nada en el estómago.
información y consultas : whassapp ( 646 91 47 40) / correo electrónico: ( mnoemigonzruiz@gmail.com )
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