“Y
cuán generosa es la vida conmigo que no deja de sorprenderme.”
Uno
de mis últimos hallazgos ha sido bastante interesantes, aunque ya os
adelanto, que todo lo que se acerca a la Medicina Tradicional China,
es una fuente de sabiduría tan plena y extensa que una mente como la
mía, occidental, no puede evitar quedar maravillada, una y otra vez,
a tal filosofía práctica tan enriquecedora y fructífera para la
salud.
Pues
sí, en este caso me refiero a una técnica, que aunque a simple
vista parece un simple masaje, no es así; es una mezcla entre un
masaje facial y práctica terapéutica, la cual tiene un objetivo, a
través de sus movimientos totalmente estudiados, mantener y/o
restablecer un buen estado de salud desbloqueando la energía que
fluye por todo nuestro cuerpo evitando, así, su estancamiento y por
ende, la enfermedad.
Hacia
el año 1300 esta técnica llega a Japón, de la mano de su país
vecino, China, donde adopta el término de Kobido, cuya traducción
es “Antiguo Camino de la Belleza”, masaje que estaba reservado
para la familia imperial, con el fin de mejorar la salud y aumentar
la longevidad de sus emperadores y emperatrices.
Para
la exótica cultura asiática, la belleza es el reflejo de un buen
equilibrio entre cuerpo, mente y espíritu.
El
Kobido, sólo se transmitía de maestro a discípulo, siendo en los
años 80 cuando estos conocimientos se trasladan a EEUU y empiezan a
difundirse pudiendo llegar al alcance de todos.
Esta
técnica consiste en un masaje profundo en cara, cuello y cráneo.
Primero,
se hace un drenaje linfático con el fin de activar tal sistema,
mejorando la eliminación de líquidos y toxinas del organismo.
Segundo,
“despertar del rostro”, a nivel fascias donde relajamos y
liberamos tensiones provocadas por el endurecimiento y rigidez de
éstas.
Tercero,
“ fortalecimiento del rostro”, donde seguimos con un trabajo
intenso sobre la musculatura subcutánea reafirmándola, consiguiendo
una buena tonicidad muscular, relajación de los posibles músculos
contraidos y produciendo un efecto “lifting”, activando los
nervios de la zona facial y estimulando el correcto flujo de energía
“Qi”, aportando una increible luminosidad y brillo, dando un
aspecto más saludable.
Cuando
los músculos están relajados, mejora la circulación sanguínea, la
oxigenación y la nutrición celular, estimulando la producción de
colágeno y elastina, responsables de la regeneración celular
cutánea.
Cuarto,
estimulación energética, estimulando los puntos específicos de
digitopuntura o Shiatsu, para reequilibrar la energía vital,
eliminar la fatiga muscular, relajar el sistema nervioso, al relajar
la tensión muscular en cara y cuello; y mejorar el estado de ánimo,
muy recomendado, para personas con migrañas, cefaleas, bruxismo,
bajo estado de ánimo y otros; ….....vamos, una maravilla!!.
información y consultas : whassapp ( 646 91 47 40) / correo electrónico: ( mnoemigonzruiz@gmail.com )
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